Yo me solidarizo y me aúno, en la opinión que vierte, mi querido amigo: Manuel Cadenas Mujica, en su blog y que pueden leer en este artículo:
NOBLE KATERBA Y HORA ZERO, CERCANÍA Y DISTANCIAS
Manuel Cadenas Mujica
El que calla otorga, sobre todo si ese silencio tiene dos décadas de existencia y termina permitiendo con tamaño periodo que se generalice una media verdad, que siempre es una completa mentira.No es primera vez que un artículo alude a la agrupación poética Noble Katerba, innegablemente el más sólido y reputado colectivo literario de los años noventa (al margen de la mucha o poca importancia que se le otorgue en la historia de la literatura peruana), como una suerte de apéndice desafortunado y extemporáneo del Movimiento Hora Zero, aparecido también en las aulas de la universidad Villarreal, en Lima.Hoy esa afirmación aparece incluso en la página que Wikipedia dedica a Hora Zero, sin ninguna duda el movimiento literario más rotundo de la literatura nacional desde los colónidas. Allí, en el aparte “Repercusión e Influencia en Generaciones Posteriores”, se dice que “Otros grupos peruanos muy influidos por Hora Zero, aunque de menor repercusión y existencia efímera, son Noble Katerba y Neón -ya en la década del noventa”.Se trata de dos afirmaciones inexactas, que surgen a todas luces por la poca información o la información de segunda mano a la que se ha recurrido, no de la lectura de los textos poéticos de los autores de Noble Katerba ni de un conocimiento de su proceso durante los últimos diecisiete años. Una revisión de ambas fuentes aportaría una visión completamente distinta.Sin que signifique desprecio alguno por el valor y calidad del trabajo horazeriano, desde que se gesta la unión de los grupos Estigma, Neo Babel y Mural, a principios de los años noventa, Noble Katerba busca más bien tomar prudente y necesaria distancia de Hora Zero, tanto ideológica como literariamente.Esto es fácilmente verificable: mientras Hora Zero sostenía una identidad y militancia política abierta y "comprometida" (es decir, la hacían extensiva a su trabajo poético), Noble Katerba rechazó abiertamente toda identidad y militancia política, dejándolas para el fuero personal, sin comprometer al grupo.Hora Zero, por otra parte, asumía la pretensión de ser un “movimiento” en el sentido bretoniano de la palabra, es decir, de activismo político literario y, por tanto, de proselitismo; de ahí que fueran afiliándose con el tiempo otros poetas. Noble Katerba prefirió adrede el formato de “grupo”, como suma de individualidades muy bien diferenciadas literaria y políticamente, a la que no hubo posteriormente sumatoria posible de algún otro poeta; es decir, no hubo proselitismo, no lo podía haber.En el plano literario, además, mientras Hora Zero se perfiló por el lenguaje coloquial y narrativo en sus textos poéticos, cargados de vivencias urbano marginales, la mayor parte de Noble Katerba se inclinó más bien por la tradición poética peruana de los años treinta, cuarenta, cincuenta y sesenta, con la que Hora Zero fue conscientemente “parricida”. De ahí que la mayor parte del trabajo poético de Noble Katerba asumiese como suyas las búsquedas del surrealismo, especialmente de Moro y Westphalen, aunque también el intimismo plenamente musical de Martín Adán, Calvo, Rose, entre otros. De ese modo, hay muy poco coloquialismo y narración en los textos de Noble Katerba, incluso en aquellos que, como los de Roxana Crisologo, ostentan presupuestos ideológicos y literarios afines a los de Hora Zero.Por otra parte, afirmar que se trata de un grupo de existencia efímera es olvidar que hace apenas un mes el colectivo Noble Katerba publicó su esperada antología: Persistencia vital, con la participación de nueve poetas (incluidos dos que radican en el extranjero). Mal tendría vida efímera un grupo que sigue publicando bajo las mismas premisas de sus inicios: el respeto fanático por el proceso y el trabajo individual de sus integrantes.No es, pues, Noble Katerba, apéndice alguno de Hora Zero. Tampoco su detractor ni su parricida. Es nada más un ejercicio pleno de identidad literaria, asumido con total responsabilidad. El tiempo y los lectores dirán si les toca a estos poetas de los años noventa pasar el umbral de los consagrados o no. Pero no se diga más desembozadamente que se cobijaron bajo el manto poderoso de un movimiento como Hora Zero cuando los hechos y los textos gritan todo lo contrario.
El que calla otorga, sobre todo si ese silencio tiene dos décadas de existencia y termina permitiendo con tamaño periodo que se generalice una media verdad, que siempre es una completa mentira.No es primera vez que un artículo alude a la agrupación poética Noble Katerba, innegablemente el más sólido y reputado colectivo literario de los años noventa (al margen de la mucha o poca importancia que se le otorgue en la historia de la literatura peruana), como una suerte de apéndice desafortunado y extemporáneo del Movimiento Hora Zero, aparecido también en las aulas de la universidad Villarreal, en Lima.Hoy esa afirmación aparece incluso en la página que Wikipedia dedica a Hora Zero, sin ninguna duda el movimiento literario más rotundo de la literatura nacional desde los colónidas. Allí, en el aparte “Repercusión e Influencia en Generaciones Posteriores”, se dice que “Otros grupos peruanos muy influidos por Hora Zero, aunque de menor repercusión y existencia efímera, son Noble Katerba y Neón -ya en la década del noventa”.Se trata de dos afirmaciones inexactas, que surgen a todas luces por la poca información o la información de segunda mano a la que se ha recurrido, no de la lectura de los textos poéticos de los autores de Noble Katerba ni de un conocimiento de su proceso durante los últimos diecisiete años. Una revisión de ambas fuentes aportaría una visión completamente distinta.Sin que signifique desprecio alguno por el valor y calidad del trabajo horazeriano, desde que se gesta la unión de los grupos Estigma, Neo Babel y Mural, a principios de los años noventa, Noble Katerba busca más bien tomar prudente y necesaria distancia de Hora Zero, tanto ideológica como literariamente.Esto es fácilmente verificable: mientras Hora Zero sostenía una identidad y militancia política abierta y "comprometida" (es decir, la hacían extensiva a su trabajo poético), Noble Katerba rechazó abiertamente toda identidad y militancia política, dejándolas para el fuero personal, sin comprometer al grupo.Hora Zero, por otra parte, asumía la pretensión de ser un “movimiento” en el sentido bretoniano de la palabra, es decir, de activismo político literario y, por tanto, de proselitismo; de ahí que fueran afiliándose con el tiempo otros poetas. Noble Katerba prefirió adrede el formato de “grupo”, como suma de individualidades muy bien diferenciadas literaria y políticamente, a la que no hubo posteriormente sumatoria posible de algún otro poeta; es decir, no hubo proselitismo, no lo podía haber.En el plano literario, además, mientras Hora Zero se perfiló por el lenguaje coloquial y narrativo en sus textos poéticos, cargados de vivencias urbano marginales, la mayor parte de Noble Katerba se inclinó más bien por la tradición poética peruana de los años treinta, cuarenta, cincuenta y sesenta, con la que Hora Zero fue conscientemente “parricida”. De ahí que la mayor parte del trabajo poético de Noble Katerba asumiese como suyas las búsquedas del surrealismo, especialmente de Moro y Westphalen, aunque también el intimismo plenamente musical de Martín Adán, Calvo, Rose, entre otros. De ese modo, hay muy poco coloquialismo y narración en los textos de Noble Katerba, incluso en aquellos que, como los de Roxana Crisologo, ostentan presupuestos ideológicos y literarios afines a los de Hora Zero.Por otra parte, afirmar que se trata de un grupo de existencia efímera es olvidar que hace apenas un mes el colectivo Noble Katerba publicó su esperada antología: Persistencia vital, con la participación de nueve poetas (incluidos dos que radican en el extranjero). Mal tendría vida efímera un grupo que sigue publicando bajo las mismas premisas de sus inicios: el respeto fanático por el proceso y el trabajo individual de sus integrantes.No es, pues, Noble Katerba, apéndice alguno de Hora Zero. Tampoco su detractor ni su parricida. Es nada más un ejercicio pleno de identidad literaria, asumido con total responsabilidad. El tiempo y los lectores dirán si les toca a estos poetas de los años noventa pasar el umbral de los consagrados o no. Pero no se diga más desembozadamente que se cobijaron bajo el manto poderoso de un movimiento como Hora Zero cuando los hechos y los textos gritan todo lo contrario.
2 comments:
Roxana Crisologo creo es la poeta que mas ha destacado de Noble Katerba a su vez la mas critica con el grupo. No veo nada de ella en este blog.
Cadenas lo que dices de la relacion entre Hora Zero y la mayoria de miembros de Noble Katerba es verdad pero en el caso de Roxana Crisologo, te equivocas. Ella misma no deja de repetir en entrevistas que los poetas que mas admira estan en Hora Zero. Acaso no recuerdan que Crisologo aparecio en la antologia Hora Zero, la ultima vanguardia latinoamericana, publicada en Venezuela?
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