Monday, June 01, 2015

EL NUEVO LIBRO DE LEONCIO LUQUE CCOTA "MÀS ALLÀ DE MIS OJOS" 2015

MÁS  ALLÁ DE  MIS OJOS - LEONCIO LUQUE CCOTA

Monday, April 06, 2015

NOBLE KATERBA: 1990 - 2015

Hace 25 años se dio inicio la agrupación poética 
NOBLE KATERBA
 que reunía poetas de la Universidad Federico Villarreal. 
Después de veinte años de la irrupción del grupo Hora Zero,
jóvenes poetas llegaban cargados de una poesía nueva, 
desideologizada.
Con ellos se iniciará la llamada Generación del 90.

Esta vez la voz de Noble Katerba la traen
Johnny Barbieri
Pedro Perales
Milagros Lazo
Manuel Cadenas
Alan Morales 
Gonzalo Málaga

y entre los amigos contamos con:
Nora Alarcón
Isabel Matta
Zoila Capristán
Joe Montecinos

VIERNES 17 DE ABRIL 2015
A las 6:00pm
Biblioteca Pública de Lima

INGRESO LIBRE

*se podrá adquirir la antología de Noble katerba a sólo 10 soles

Monday, January 12, 2015

NOBLE KATERBA 25 años



NOBLE KATERBA
25 años
Esta vez el grupo poético Noble Katerba
en el marco de la celebración de sus 25 años
se presentará en un recital de poesía
acompañado de un grupo de amigos
Katerbas:
Johnny Barbieri
Leoncio Luque
Pedro Enrique Perales
Milagros Lazo
Amigos:
Martín Córdova
Indira Anampa
Rafael Garrido
Miguel Urbizagástegui
la cita es este jueves 15 de enero 2015
a horas 5:00pm
en el auditorio de La Feria del Libro de Amazonas
INGRESO LIBRE


Thursday, May 22, 2014

NOBLE KATERBA en el Bar Zela - Lima



Después de muchos años el grupo poético Noble Katerba,
 que activó la poesía de los 90s en el Perú, 
se vuelven a reencontrar para brindarnos un recital de poesía.

La cita es el viernes 30 de Mayo a horas 7:00 pm
en el Bar Zela (Nicolás de Piérola 961- Lima- Plaza San Martín)

Poetas:

Johnny Barbieri
Leoncio Luque
Gonzalo Málaga
Manuel Cadenas
Alan Morales
Milagros Lazo
Pedro Perales

Presenta: Domingo de Ramos

INGRESO LIBRE

Thursday, July 07, 2011

IVÁN SEGURA

EN EL PAISAJE FIJO QUE SE EXTIENDE


MONÓTONO


Hay muchas preguntas en este paisaje fijo que se extiende a mis pies.
A pocos kilómetros
una vieja campesina levanta su amplia pollera.
Llevará el polvo de sus pies ante la ciudad.
Su rostro saúco ha sido formado por el mismo paisaje que ahora piso.
¿Es lo que digo y lo que veo alguna forma de de virtud y de belleza?
El polvo baja de la colina y me llena la boca. La acción del viento
es feroz. No me impide, sin embargo, continuar con la marcha.
Así también imagino que la campesina ha llegado a donde quiere a pesar del peso de su pollera.
¿Qué pasaría si de alguna forma estas palabras fueran mil veces más rápidas que la luz
y llevaran una fotografía de mis sentidos
y se la presentarán a las infinitas variables para tomar una decisión?
De hecho
puede que ahora mismo esté ocurriendo.
Algunas variables han aceptado ya mi decisión.
Una lucha de contrarios esta por iniciarse.
¿Cómo será?
¿Podría decir, aquí
hay una forma de belleza
y de virtud?
El rostro de la abuela se me olvida,
y en este campo
el polvo seguirá un proceso
en el que se formarán con algunas manos
duras paredes de adobe.
Pero no estoy seguro.
El barro seco no dura.
Además los albañiles son pocos.





NO SERIA SUFICIENTE

La franja de intersección de la luz solar
con la espuma salada
ilumina las rocas
aún cuando las pequeñas olas
cubran la piedra y su vibración

se prolongue de la base de rocas hacia el fondo
con pequeñas irregularidades
pero sin variación de profundidad

hasta que las algas ondulen al borde
como si fueran a saludar
a las corrientes frías

para caer en la boca de los peces
que flotan sin percibir
sus cuerpos

y sólo se sumergen
en  la zona oscura
de las aguas

sin comprender
a los que se hundieron




HOJAS


Miro dos hojas amarillas del mismo árbol.

Al desprenderse, puede que sigan juntas la misma trayectoria.

Quizás el pecíolo de una se aproxime al limbo de la otra, resbalando lentamente de estría en estría.

O pueden encontrarse y acompañarse por breves momentos.

La hoja de la parte alta de la copa bajaría en zigzag y círculos.

La hoja de la parte baja flotaría en diagonal hasta elevarse con la brisa y así frenaría su movimiento ascendente.

¿Qué acontecimiento externo, qué características propias las pondrían en conctacto?

Ahora van a caer.

Sólo puedo ver el recorrido de una de ellas.





 Naturaleza


Amasijo
de brotes ligeros
sobre tierra
arcillosa:

crecía al azar,
entre las dalias.

Con las lluvias
se fijaron
sus colores

y su delgada rama cambiaba:
lo empujaban sus hojillas
hasta confundir los matices.

Sonidos.

Mantis religiosas,
escarabajos, larvas.
Abajo, en la espesura.

Olores.

Flores más altas
trepaban al aire.

Quietamente.

Con expansión de yemas
en brotes nuevos
a partir de tallos.

Aberturas
en el joven tronco,
todos los días,

y plantas de superficie
polinizadas
en la duración de un soplo.

En un abrir de alas,
de mandíbulas
blandas,

que no podían librarse
ni del vencejo ni del colibrí,

que se repetía
entre fricciones, brisas y golpes
de todas las hojas juntas

por millares
hasta un solo tope.

Base ancha de raices,
o cumbre de ramas altas.

Gran sombra,
cubriendo hileras de hierba.

Hermosa copa,
ante un brillo solar,

en el horizonte
de las primeras casas,

área contigua
– bordes con césped
al raz de la pista –

y vista despejada

protegidas con rejas

para distinguir,
entre casas, edificios y autos

otros árboles lejanos.




 PANFLETOS IRREGULARES

V


debiste aparecer en algún prado nocturno
los árboles volvieron a ser objetos extraños
todos los coleópteros se quedaron flotando
se alzaron muchos pero a medio camino

se dispersaron solos en caídas fugaces
miraste a los cojos miraste a los mancos
la luna se reflejaba en cada ventana
era un punto blanco desde la mañana

buenas tardes debiste decir pero dudabas
no había pasajeros cuando te quedaste
en tu cementerio de nieve con cruces

de personas muy alejadas del saludo
esta luz es propia pero no dejaste
un tiempo para que te comprendieran




AISLAMIENTO VIBRATORIO

5

Hermana

mis manos en dirección a dos vértices opuestos entre sí

la cabeza levantada hacia el foco

si no fuera por mis manos
mi cuerpo comería su sombra

Hermana           Hermana           la luz artificial
destruye mis ojos

el viento de la medianoche está afuera

me alivia a través de mi única ventana

una población de estrellas
escribe sobre el vidrio

habita aquí

donde no hay órbitas
                                     sólo mucha luz

y algo semejante al vacío entre galaxias


un no-dolor



6


el poema
no regresa a la memoria
                                       se pierde
en los alrededores de la casa

pero es el mismo

y su lugar en el vacío
es el mismo

a medianoche invade mi cama
           hay silencio

escucho
               la vacuidad
leo el movimiento
                               de los astros
en el techo se prolonga el cielo
que es infinito
y que deseo

                     hay
entre estrella y estrella
una oscuridad que deseo lamer

en el color de las estrellas
esta el poema que no regresa a la memoria

y no me importa

el color de las estrellas es el resultado
de la fusión de billones de billones de átomos
iguales a los míos

y estoy feliz

mi cama es transparente
si cierro los ojos
no hay movimiento aparente

                        pero sigo el viaje
                                                        y ya no tiene fin

PEDRO PERALES

A LA LUZ DE LOS ENCUENTROS



CIUDAD

Acaso son terribles estos extraños abismos
estas furiosas formas de entender el miedo
ese ser arrastrado en esos sinuosos
destierros de años y letras
de esas dulces marginaciones
que se buscan para labrar estos derrumbes
interiores la intención del vacío
finalmente la nada.
Soterrar paso tras paso
la arena virgen
el pico cruel y animal
esa consecución de sueño y desesperación
el alma dulce e irredenta
el bloqueo marginal de la palabra
mi palabra
envuelta en rudimentaria piedra
ese ato de esperanzas
que acaso vez en migajas
en mi piel traslúcida
que surca el mar el firmamento
en esa proyección fallida de mi
deseo
Acaso mil dos mil tres mil veces
estos extraños abismos
se fragmentan en columnas obtusas
en prevaricadores contornos
de impaciencia
de múltiples imágenes de desvarío
y miro y camino en torno
a estas rudas palancas
de año o de años.
El mar de Barranco
escondió mis insultos
piedra sobre piedra
la debacle del universo
e incineró o repensó bebiendo
una copa de semiseco.
Y yo parto
con un poema en expansión
a mi propio destierro
Dame de comer
Ciudad
Esta ciudad que como tantas ciudades
rumian m historia
mi Lima temperamental
mi calle proyecta e incivil
mi río sin fondo para abrevar la calamidad





LAS OLAS

Arremeten las olas
los golpes de estaciones itinerantes
sacaban el pensamiento
noches aún por descubrirse
rumores aún por atenuarse
frondosas prados por construirse
extraño idioma por traducirse.
Arremete el tiempo
el pendón de la barcaza de mármol
humedecido por gota de alabastro
e historia pálida
de sentido
presurosa lanza
que se incrusta en el abismo
de tus ojos.
Esa decimonónica forma
de decir te quiero
en el pleamar incisivo del mediodía
aparatosa deshielo de tiempo
y la palabra que no se decide a perecer.




COMO SI NADA EXISTIERA

Como si nada existiera
como si todo fuera creado o increado
como si a lucha de contrarios tuviera
grandes razones de ser o no ser
por esas conmiseraciones, por esas
raudas formas de hacer o rehacer estas
impensadas formas de poesía.



EL SOL YA NO CRECE

Una noche más escrita en tus ojos.
La noble caída del rostro
Sobre las sandalias de esta agua
Y ahora tus ojos más azules
Como si todo se agotase en las postrimerías
De las horas.
Ya, calla, calla y déjame llevarte tras estos escombros
En largas listas de tiestos.
El ahora no importa,
No importa, por que eres más
Que estos límites,
Que esa calle que desaparece rauda en el bullicio.
Pero te asfixias y urdes la desesperación
Y pareces ser una como el viento
Y el sol ya no crece
Por sobre la playa,
Y más allá de las miradas
La mar se extingue por el sol
En el confín de la primavera,
Ahora donde existe esta lluvia clamorosa,
Y eres más y una.





AQUÍ ME ENCUENTRAS

Si me encuentras aquí, obsedido, extasiado de silencio
En plena vanagloria del casto otoño
Es que estoy procurando ceder paso a la memoria
Instaurar como nunca supe los venideros años
De intromisión y sosiego que inculcan como nunca  se pudo
Una palabra alentadora, una palabra destructiva;
Un año de alegoría una tenue extenuación
Que transige con el invierno con el presentido
Golpe de viento en tu rostro, en tus años de dureza
Y mejor retorno.
Si me encuentras así, como un pálido reflejo
De tiempo, como una espera, como un golpe de oficio,
De marginación o de gran arrobamiento, mirando
Caer la lluvia, desflorando ese dulce arbusto
De miseria, ese canto que tu sabes deletrear y
En el cual tu pálido rostro lo adivina todo,
Lo encuentra todo, me encontrarás así: azorado
Como un espejo de agua, como un borbotón de luz que
Supera el tiempo que lo vence como una cúspide
De deseo, de abrupto pensamiento, como una marejada
De predicamento que te busca, que te ata como una
Oración de siglos
Y que finalmente besa tu boca.





AZUL CRUCIAL
Viniste, hiciste bien, te anhelaba a mi lado,
A ti, que enfriaste mi corazón ardiente de deseo.

Safo de Mitilene

Entraste una vez más
Como infinitamente entras;
Para no verme y no hablarme.
Por el mismo naciente espacio,
Con tu ceño adusto y bello
Luchando contra los emblemas naturales,
Tan endeble y tan hecha para la lucha,
Tan reconocida y labrada para
Hacer fronteras y silencios.
Entras así tan plagada de bosques y esperanzas,
A decirme lo que no escucho
A decirme lo que no presiento.
Así entras tu a mi vida destruyéndolo todo.
Todas las murallas, todas las columnas
De silencio y barullo.
Entras así, con una sonrisa como un tajo,
Blandiendo la misma sombra que ahora observas,
Que ahora bates,
Que ahora luchas por cubrir de tinta
Y memorioso acerbo
Como si nada reflejase yo frente a la orilla,
Como si nada proyectara tras este pensamiento
Humedecido.
Como si nunca hubiese existido.
Así entras tú, inundándolo todo de un zarpazo,
Huraña y lírica a la vez,
Como una heroína pisoteando las rosas
Los pálidos gemidos de amor
Cosechados en continentes abiertos.
Esbelta como un arco de luz,
Plácida como una hoja desmayada,
Serena como una lágrima de nieve.
Toda azul y clara a veces,
Para impacientarme  para iluminarme,
Para destruirme y venerarme.
Fina y gruesa,
Recordándome que vivo para verte,
No en mi vida, no en mi espacio,
Recordándome que entras para batir mis emblemas
Así entras diosa de marfil plantado
Así, amorosamente impertinente
Una vaina de metal en esta roca de deseos,
Como escribiendo una leyenda,
crucial y edénica talvez,


retirándote de la orilla
con dirección al mar,
como jugando al destino.






TROMBA DE CENIZA

Otra vez tú perdida, tú tan lejos

Gerardo Diego 

Pensé que llegarías con el peso de la tarde a la una
Y treinta.
Pensé treinta minutos después que vendrías atada de
Floresta y sorprendida por las aves
A encontrarme bajo este puente de columnas y
De niebla tormentosa.
Pensé cuarenta minutos después
Que una marejada de extenuación  y de memoria
Te había extraviado.
Pensé que un sueño apabullante te había
elevado a los altares del corazón
y que todo había sido un sueño.
Pensé en recorrer acalorado los caminos
Presentidos a tu lado para rescatar
Tu imagen y salvarme.
Pensé indefinible en la restauración de la sombra
Y quise entre estas mismas sombras abrazarte.
Pensé en una llameante guirnalda de flores
Y de hiedras que venían enredando
Tu cintura y tus brazos.
Pensé arrodillarme en dirección a donde solías llegar
Y orar aturdido hasta el amanecer
De un nuevo día.
Pensé en lapidarme de recuerdos. Extraviarme,
Aturdirme, evadirme, concluir con una serenata
De cantos de nostalgia.
Pensé en convertirme en un atado de fuego.
Acabar arrastrando por aguas infinitas.
Pensé árbol bendito ser nube, agua, carbón y hierba.
Quise como fuerza torrencial inundar todos los parques
Todos los patios de arena.
Pensé en ser devorado por milenarias aves de rapiña.
Trotar como caballo bronco en pos de una inusitada
Pradera.

Pensé en desaparecer en medio de las aguas
Y reaparecer como una tromba de ceniza.